A lo grande
En el principio de los tiempos fue el ordenador, la máquina. El tiempo y la innovación consiguieron que se convirtiera en personal para luego desaparecer en la nube, la niebla y convertirse en parte de la metafórica dermis tecnológica de nuestra sociedad, que se soporta en la Internet de todas las cosas… y ahora vuelve a surgir como un coloso con capacidades más allá de lo imaginable, el superordenador.