Del TRL al MRL... pasando por la I+D+i

Del TRL al MRL… pasando por la I+D+i

La transición desde la “I” grande a la “i” pequeña no se da por combustión espontánea… cuando llueve, en el valle de la muerte, no solo brotan las flores más vistosas, sino también las malas hierbas.

Transferencia no lineal

La fórmula aditiva que hemos dado por buena sin comerlo ni beberlo, la I+D+i, nos ha llevado a desarrollar multitud de metáforas que visualizan un flujo “natural” desde la Ciencia a la Innovación, pasando por la Tecnología. De ahí han ido surgiendo en gran parte las supuestas políticas de Innovación centradas, realmente, en estimular la parte alta de una especie de ‘pipeline’, de una hipotética tubería desde la que debería fluir la ansiada innovación por el extremo contrario. No ocurre así y ya empezamos a aceptar que son animales distintos y que esa “tubería” tiene demasiadas fugas.

Hemos descubierto que la Transferencia Tecnológica no es lineal y hemos ido evolucionando nuestros instrumentos de estímulo para tratar con esa realidad molesta. Podemos ver muestras de ello en la forma, por ejemplo, en la que se han ido articulando los programas marco europeos.

En el último de ellos, el noveno, ‘Horizon Europe’ hemos visto como se ha agrupado todo lo que ya olía a Innovación en el Pilar 3, con el acelerador del EIC (European Innovation Council) como protagonista y los criterios basados en el MRL (Market Readiness Level) tomando el relevo a los bien conocidos niveles de madurez tecnológica o TRL (Technology Readiness Level).

Hay mucho trabajo, generalmente desarrollado en el lado oscuro o en cualquier caso muy gris de la Academia, que aporta argumentos contundentes para entender e interiorizar el hecho de que los descubrimientos científicos o los inventos NO son Innovación. Pueden ser la base sobre la que construir iniciativas innovadoras, sí; pero no se van a convertir en Innovación por sí solos.

Tenemos, tal y como afirmaba Esteve Almirall en un reciente artículo, dos problemas distintos que gestionar: “la creación de las capacidades que nos permitan innovar” y “la innovación en sí misma”. Ésta implica, en pocas palabras, llegar desde una idea nueva a un producto y su adopción por el mercado. Esa adopción “inteligente” (‘smart adoption’ para este autor) es la que deberíamos estar fomentando con nuestras llamadas “políticas de Innovación”; y que en realidad se dedican, fundamentalmente, con un impacto relativo muy discutible, a promover el aumento de aquellas capacidades.

The Four Fits Model

Lejos de intentar sentar cátedra o bucear en las profundidades intelectuales de los argumentos de unos u otros autores, siendo prácticos, quizás la incorporación sistemática de marcos de referencia como el del MRL, en combinación con el más conocido del TRL, nos puedan ayudar a transitar desde la “I” o la “D” a la “i” minúscula… sin olvidar la “d” minúscula para cerrar el círculo de la “I+D+i+d”. Podemos dejar su naturaleza aditiva para otro momento.

La combinación de MRL y TRL pasa necesariamente por entender cómo encajan las piezas del puzzle a la hora de llegar al mercado con éxito, que sigue siendo la piedra de toque de toda actividad realmente innovadora. Un posible modelo conceptual considera cuatro movimientos para conseguir ese “encaje” de bolillos (problema-solución, visión-equipo, producto-mercado y mercado-modelo de negocio) que nos ayudarán a posicionarnos y visualizar nuestro itinerario en un hipotético plano MTRL.

Y tú ¿cómo lo haces? ¿Sigues valorando tus “movimientos” en términos de TRL? Quizás podamos colaborar para conseguir que esto de la Innovación luzca como se merece… Pásate por nuestro InnoBar y comparte tu experiencia. Recuerda que “lo primero que genera la Innovación es IVA”.

e-Fumérides

El día a día en la Red da para mucho; pero mi día, como el tuyo solo tiene 24 horas. Si bien dormir está sobrevalorado, sabemos que tu tiempo es extremadamente valioso, de tal manera que hemos dedicado parte del nuestro a destilar algunas de las claves de una variedad de conceptos, tendencias, ideas o noticias que conforman la realidad tecnológica y socioeconómica de nuestro entorno empresarial. Huelga decir que las opiniones vertidas en estos breves artículos, así como las responsabilidades que de ellas se deriven, pertenecen, exclusivamente, a su autor.